“Nunca lo he contado. Me hace sentir mal. Me da vergüenza. Todo empezó cuando el comité de la orla preguntó quién quería presentarla y me postulé. Luego le llegó la hora a la democracia, y si no recuerdo mal, solo me voté yo a mi misma. Quizá hubo otro voto, no recuerdo bien, pero ninguna de mis más allegadas me votó. Ninguna/o de mis compañeras/os me votó.

La experiencia que yo viví mientras estudié 4 años en La Laguna fue de competitividad. Esta sensación es compartida y dentro de este contexto no viví una experiencia universitaria como me la pintaron.