El autoconocimiento y la gestión emocional van de la mano.

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Las emociones nos mueven porque responden a unas necesidades que no están satisfechas. No están satisfechas porque no hemos recibido educación emocional por tanto, nos relacionamos con nosotras/os mismas/os de forma inconsciente, automática y es, por esta razón que en muchas ocasiones sentimos mucho sufrimiento.

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Cuando miramos de frente a nuestras emociones, también las que no nos gustan, se produce un estado de conciencia. Y es la conciencia la que puede empezar a decidir por nosotras/os.